martes, 20 de enero de 2009

All I really need to know I learned in 2008


Many years ago, I read a lovely little book written by Robert Fulghum, the title: “ALL I REALLY NEED TO KNOW I LEARNED IN KINDERGARTEN”. It is full of analogies of how the very simple teachings we give our preschool children apply to our adult life. I highly recommend it.

Anyway… 2008 was a year full of lessons for G. Lessons of wisdom to treasure and remember forever and here they are:

- Time heals nothing… you do!


- When you choose a behavior, you choose the consequence.


- Children are a lot wiser and resilient than what we give them credit for.


- Every gentleman is a man, but not every man is a gentleman.


- Your parents understand modern issues a lot better than you think.


- Emotional intelligence is far more important than IQ.

- Follow your heart and your gut… If they don’t match, follow your gut!


- Giving is a lot more fun than receiving.


- Sex without kisses does not count as making love.


- The night is never darker than just before dawn, you just need to hold on and be patient.

- Broken hearts are actually open hearts that are ready to let love come in.


- If you have time to poop and eat during the day, you have time to call the people you love.


- It feels better to be happy than to be right.


- Smile and be kind to everyone, it’s contagious!


- Don’t go looking for that you have not lost… you might find it.



Have a wonderful 2009!!!!

domingo, 18 de enero de 2009

And the time came when the risk to remain tight in a bud was more painful than the risk it took to blossom


I am a hopeless romantic. Not too long ago someone who was very dear to me said that he never sent me flowers because he was not crazy enough about me, as plain as that… That remark stuck in my mind and soul like if it was etched in stone. I have spent many a night thinking that I want and deserve “crazy about G” and will not settle for less, never have. Being that I am not the best judge of character and I tend to believe what people say, I decided to make a deal with life on that matter. Therefore, I asked for a sign from Heaven to help me have a clear, no guessing, fool proof approach to my romantic life… I made a decree where the next gentleman who gives me flowers will deserve my full commitment, loyalty, love and attention. Those flowers will be a sign from God, as simple as THAT! Here is the catch, dear readers… I don’t know any of you who read my blog and send me comments; you don’t know my address or my full name for that matter… so there is no way this idea of God sent bliss will contaminate my plan… I just wanted this to be documented in cyberspace so I can someday show that gentleman of my pact with God. It might sound childish but it is a lot better than coming up with an absurd list of qualities and signs that will endorse that person from above...only a lovely bouquet of flowers. Sounds like a good plan, huhh? If I should receive flowers sometime soon, I will definitely keep you, my dear and unconditional readers, informed for you and only you are my witnesses.

sábado, 3 de enero de 2009

Puebla


Doña Joaquina Gándara de Perea, señora alta, de nariz recta y respingada y con un eterno “french twist” en su pelo plateado fue una de las grandes amigas de mi abuela, Mamí. Siempre pensé que parecía una de esas figuras Lladró que tienen las abuelas en sus salas prístinas.
De niña recuerdo tardeadas en casa de Doña Joaquina, entre café y señoronas escuchando charlas y temas my poco apropiados para mi edad.


Doña Joaquina tenía una hermana a la que llamaban Chori y al día de hoy no se su nombre. Chori era un ser fuera de lo común. Era monja y visitaba a su hermana en Puerto Rico una vez al año pues vivía en un lugar para mi muy lejano… Puebla, México. Chori era muy hermosa. Tenía el cabello del color del azabache, piel de porcelana y unos ojos enormes… una verdadera Blanca Nieves. Por su calidad de religiosa imagino que las pláticas de las señoras de la alta sociedad de su ciudad natal no le interesaban mucho. Con disimulo, me apartaba del circulo contaminado de chismes y frivolidades para llevarme a una terraza y contarme de Puebla… Chori me decía que Puebla era una ciudad hermosa en donde había muchas iglesias y, para mi terror, era vigilada por dos volcanes inmensos. Me contaba que en Puebla pululaban ángeles que podías ver. A mí no dejaba de fascinarme el hecho de que existiera un pueblo con nombre femenino y cobró sentido cuando, ante mis muchas preguntas, me dijo que ella era esposa de Jesús, el mejor esposo que se puede tener, que todos los niñitos y niñitas de Puebla eran sus hijos y que su vida consistía en cantar y estar feliz. Ante tal revelación, y obviando el tema de los volcanes y de la necesidad de cortarse el pelo a coco como niño, me metí en la cabeza que Puebla y solo Puebla, era el lugar en donde quería yo vivir cuando fuera grande.


La salud de Chori se fue deteriorando y sus visitas a Puerto Rico fueron cada vez menos frecuentes. Esa situación combinada con mi adolescencia impidió que nos volviéramos a ver… Mi curiosidad y fascinación por Puebla no murió. Muchos años más tarde, por azares del destino, la vida me trajo a tierras aztecas. Para la sorpresa de mi ex esposo, insistí sin éxito en que nuestra luna de miel la pasáramos en Puebla.


No pasó mucho tiempo antes de que, cual musulmán a la Meca, peregrinara yo a la utopía soñada de mi niñez… Puebla de los Ángeles. Ya adulta entendí que los ángeles eran estatuas, dejaron de aterrarme los inmensos volcanes y hasta aprendí a admirar su inmensa belleza. Comprendí el significado se ser monja y definitivamente no era el estilo de vida para mí.


Aun así, el destino se empeñó en no romper mi vínculo con esa ciudad mágica con nombre de niña. Puebla hoy es el ícono, el emblema de lo que fue la madera de mi cruz.

El último día de del 2008 lo pasé en Puebla. Nos hospedamos mis padres y yo en un hotelito hermoso llamado “El Sueño” en el cual las habitaciones tienen, en lugar de números, nombres de mujeres famosas. Irónicamente a mi te toco hospedarme en la habitación “Alfonsina”… en honor a Alfonsina Storni. Alfonsina fue una poetiza nacida en Suiza y criada en la Argentina. Su nombre significa “dispuesta a todo”. En la cabecera de mi cama en el hotel los arquitectos y diseñadores tuvieron a bien escribir su último poema… poema que escribiera antes de quitarse la vida, enferma de amor.


“Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme puestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.


Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera, una constelación, la que te guste, todas son buenas, bájala un poquito.


Déjame sola: oyes romper los brotes, te acuna un pie celeste y un pájaro te traza unos compases para que te olvides. Gracias…


Ah, un encargo, si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista que he salido”


La mañana del primer día del 2009 desperté bajo la inscripción de esa lápida de Alfonsina Storni, desperté melancólica e imaginé que todo fue un sueño…

domingo, 14 de diciembre de 2008

Querido Santa, este año quiero...


Largas sesiones de besos
Una casa color mamey con jardín
La risa eterna de Matías
Dormir en los brazos del amor de mi vida
Mucha salud
A mi familia cerca y feliz
Un nuevo bebé
Foreplay
30 centímetros de cabello para volverlo a donar
Tiempo para leer tantas historias que me esperan pacientemente
Creatividad inagotable
Optimismo para regalar a cubetazos
Trabajo que mantenga mi mente entusiasmada
Conocer ciudades nuevas y revivir las conocidas
Más años de vida para mis abuelos
Magia…

sábado, 13 de septiembre de 2008

Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice...


On a night like tonight, a long weekend when I am home all alone watching “chick flicks”, overdosing on Diet Coke and moping, he interrupts his hot weekend date to call me to see how I am doing. He hates to see me cry and will always rush to my aid. He will drive me to the hospital when I get sick and although the site of blood makes him faint, he will never let go of my hand. He will let me cry all over his favorite sweater. He will listen patiently as I yap about my boyfriend, my job, my life… His eyes twinkle with pride and happiness when things are going my way. He reminds me, when I lose my way, that I am the most beautiful, smart and lovely woman he knows. He will gently tell me that life is not a fairytale and beg me to open my eyes whenever I lose my wits, which is pretty often. He shows me off to his friends and colleagues as if I was some sort of princess or movie star. He trusts me with his deepest fears and darkest secrets. He will hear me out when I break him to pieces when he behaves like an ass with a girl. He makes me laugh through tears. He rejoices when I am happy and his hearts breaks when mine does. He worries silently as he sees me make mistakes and stands by for when disaster strikes, always answering that teary phone call, never judging, always ready to listen without ever saying “I told you so”. He coaches me on “men handling” although I am an awful student. He tells me to steer clear from men like him. He has said one of the sweetest things anyone has ever said to me: “Lydia, lucky will be the man that wins your heart”… Anyway… on a night like tonight, I realized that I am not alone. I figured that there are karmic relationships that make this rite of passage called life bearable, compasses that God provides us with to find our way. When you are far away from home, away from your family, God sends you “stand ins”. Now, can men and women be friends? Yes, my best friend is a man… The kind of friend every girl should have and the kind of boyfriend every girl should avoid. Here is to you, my business partner, my confidant, my “stand in” brother, my true, true friend. Thank God for you.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Santo que no es visto, no es adorado...


“Santo que no es visto, no es adorado”… Hoy leí ese dicharacho, nunca lo había escuchado. Soy coleccionista de dicharachos y refranes, estoy convencida de que el sentido común de la gente, de las culturas, están más empapados de sabiduría que las letras y pensamientos de los filósofos más famosos.
Este nuevo ejemplar en mi colección me hizo pensar en su significado. A primera leída, es obvio que se refiere a un principio básico de la mercadotecnia: aquello que no se muestra, no se vende; aquello que no es conocido no es deseado.
A los mercadólogos nos enseñan que la escasez fomenta el deseo. Lo que no hay que perder de vista es lo siguiente… otro dicharacho de mi colección “Lo que te salva, te mata”. Ese principio de “escasez y deseo” tiene una caducidad temprana. Una vez sentido el deseo, y afianzada la intención de compra, se torna altamente frustrante la escasez, haciendo de este truco algo muy peligroso para el que ofrece, el que vende.
En un principio el comprador potencial se arma de paciencia y determinación, está convencido de su elección. Hace filas interminables, en algunas ocasiones está dispuesto a pagar depósitos importantes sin garantías de tiempo y forma para obtener lo que desea. En este punto está seguro de tener una necesidad que solo el objeto de su deseo puede cubrir.
¿Qué pasa cuando es tan escaso el bien, que su falta de disponibilidad causa rezagos económicos, inconformidades emocionales y pérdida de tiempo? Más temprano que tarde, el comprador toma uno de dos caminos: o se da cuenta de que puede vivir sin ese bien, pues estrictamente hablando, ya lo está haciendo; o decide cubrir su necesidad con otra alternativa que sea confiable. Un bien que goza de un inventario saludable, que mantiene su “price performance” un costo/beneficio sensato, que siempre cumple con su promesa de marca… Es ahí y solo ahí cuando la verdadera venta se realiza y se gana un cliente de por vida. Se gana un cliente leal, un cliente que no tiene interés en probar marcas nuevas. Un cliente que siempre estará interesado en el “up sell”, la adquisición del bien en sus nuevas versiones y evoluciones. El “attach rate” sube, el cliente estará abierto y seguro de invertir en accesorios y periféricos sin importar el costo. El “advocacy” es el ideal, el cliente defenderá a capa y espada cuando hay una falla o escándalo.

Todos tenemos un bien, servicio, producto y persona favorita. Para un comprador no hay nada más frustrante y decepcionante que ir regularmente a la tienda y encontrar el estante vacío. Para el bien, servicio, producto o persona favorita, no hay nada más peligroso. Moraleja: hay que dejar ver al santo para que puedan adorarlo!

domingo, 6 de abril de 2008

No Me Desampares Ni De Noche Ni De Día


Deimos… nunca había escuchado o leído antes ese nombre. Suena como a algo celestial. Gracias a la maravilla de los “Internet browsers” enseguida supe el significado del nombre y lejos de solo saciar mi curiosidad dejó en mi una mezcla de sentimientos: maravilla total y algo de susto.

Empecemos por el principio, Deimos llegó en una de esas épocas en donde la tristeza se manifestaba en mí en las noches en vela, la ropa oscura, el deseo de vivir en una cueva de anacoreta y la ausencia de la inspiración. La Navidad pasada, una amiga de esas que todo lo tienen y que asume que los demás todo lo tenemos también, para no repetir el regalo de los años anteriores (certificado de regalo para el spa), tuvo a bien regalarme una cita con una judía que asegura poder ver y hablar con el Ángel de la Guarda de las personas. Con ese optimismo característico de la época navideña, fui a reclamar mi “regalo”… No recuerdo casi nada de lo que mi ángel “habló” a través de la boca pintada de dorado de aquella mujer, pero si recuerdo que me dijo que era negro. Recuerdo también que no vaticinó ninguna nueva catástrofe en mi vida por lo que salí de la misteriosa cita como si el regalo hubiese sido un manicure de lujo como en años anteriores.

Meses después, comencé a tener sueños; de esos sueños que parecen muy reales en donde llega uno hasta a pensar en que el alma se despega del cuerpo y viaja a otros lugares y momentos, que no son solo sueños. En mis sueños me encuentro en le jardín de una casa desconocida y veo a Matías, mi hijito y a una niña de cabellos largos y rubios un poco mayor que Matías. Se quien es la niña aunque no la conozco en persona. Juegan y ríen con esa risa simple y pegajosa que solo tienen los niños, juegan con un hombre negro. El negro es muy alto, más alto y grande que cualquier hombre… Digamos que tiene una escala diferente a la nuestra. Claro que bien pudiera ser un pariente de Magic Johnson o Karim Abdul Jabar, pero lo que más me llama la atención es la dulzura infinita que tiene en sus ojos y la perfección absurda de su rostro… como la de un ángel.

Este hombre vestido de azul turquesa y piel de chocolate se acerca a mi y me habla… pero… me habla con ladridos! (Queridos lectores, les juro que no uso drogas ni cualquier otro tipo de sustancia que altere mi razón) Total, me ladra, y lo entiendo, sus ladridos de perro son su lenguaje!!! Me dice que su nombre es Deimos, que su trabajo es cuidarme mientras yo esté aquí. Me dice que me ama y me pide que vaya a donde él está, a ese lugar, que debo verlo. Me dice cosas que ya se y otras muchas que no se al momento del sueño y que después se me han ido revelando. Nunca he dudado de que seres celestiales nos acompañen y aunque me muero del susto, a cada rato le pido a Deimos que nunca deje de ladrarme…